“Los centros educativos son espacios privilegiados para propiciar el cambio social“
Entrevista a Carmen Ruiz Repullo
Carmen Ruiz Repullo, socióloga y especialista en violencia de género en adolescentes y jóvenes, acompañó al equipo de Edukalboan sobre las Jornadas de Coeducación celebrada en Bilbao el pasado mes de junio.
¿Cuál es el “estado de salud” de nuestros centros educativos en materia de coeducación?
Ya que haces ese símil, con los centros educativos ocurre como con los hospitales. Depende de la suerte que hayas tenido con el servicio médico que te toque.
Si hablamos de normativa y de planes de coeducación, creo que estamos en un momento no innovación e incluso de retroceso en algunas comunidades autónomas.
Por otra parte, a los centros educativos han llegado dos cuestiones que me preocupan. Una es la cultura del miedo y otra la cultura de la cancelación. Por una parte, en la cultura del miedo vemos que hay determinados profesorados de determinados equipos directivos, con miedo a trabajar estos temas por la repercusión que pueda tener y por la reacción de las familias. Antes el temor al conflicto algunos centros optan por no abordar temas coeducativos, que son temas de agenda, que tiene que ver con los derechos humanos, con la igualdad.
Esa cultura del miedo puede llegar a dar un paso más y llegar a la cultura de la cancelación, ya que hay centros que deciden no trabajar estos temas para evitar conflictos. Creo que es una obligación continuar trabajando la igualdad en el sistema educativo. Por tanto, no podemos cancelar un contenido porque si no la escuela se está convirtiendo en un reproductor de desigualdad y en un no en un cuestionador de la misma.
¿Consideras importante realizar autodiagnósticos y planes de coeducación?
Es fundamental porque no todos los centros educativos parten de la misma realidad, ni tienen las mismas características, ni la misma implicación del profesorado, ni las mismas características en el alumnado y en familia. Así que creo que es una herramienta de punto de partida que nos puede hacer ver cuáles son las emergencias, las urgencias y los retos que tiene nuestro centro educativo para alcanzar la igualdad.
Algunos retos son muy grandes y no se pueden alcanzar en el corto y medio plazo. Otros más pequeños los podemos abordar analizando las fortalezas y los recursos que tenemos.
Además, llevar a cabo un autodiagnóstico nos permite identificar las necesidades de nuestro centro y, al mismo tiempo, valorar el impacto que han tenido las acciones previas en el alumnado, el profesorado, las familias y el propio centro, tanto en el clima escolar como en los contenidos. Si no realizamos un diagnóstico, no podemos conocer los resultados ni el impacto de una política coeducativa.
Existe una tendencia a considerar que los avances conseguidos son suficientes y que no hace falta invertir más, ¿qué impacto tiene eso en la práctica educativa?
Queremos a un alumnado cada vez más igualitario, feminista y libre de violencia machista con una inversión mínima. Y para ello es necesario invertir en educación, en nuestro alumnado y en la ciudadanía, porque nuestro alumnado es presente y el futuro de nuestra sociedad. Los centros educativos son los espacios más privilegiados para el cambio social, porque es por donde pasamos todas y todos. Si queremos una sociedad igualitaria, diversa, intercultural, hay que invertir en políticas para acompañar a un alumnado diverso, interculturalidad, intercultural y feminista. Y para eso hay que invertir también en recursos, hay que invertir en el profesorado, y su formación, y también en las familias.
Cada año veo en la universidad llegar al nuevo alumnado con mucha menos formación, sentido crítico y herramientas en coeducación que hace 5 o 10 años, y eso tiene un coste como ciudadanía.
¿Qué mensaje te gustaría compartir con el profesorado implicado con la coeducación?
Creo que no podemos pedirle más, porque ya lo está dando todo. A quien tenemos que pedir más es a inspección educativa y a los equipos directivos.
Creo que a ese profesorado que lo único que hay que hacer es darle las gracias por todo lo que hace, porque se lo cree, porque apuesta por la coeducación y porque muchas veces trabaja en soledad y tiene que hacer frente a la crítica continua.