Compra Responsable en Centro Educativos: una apuesta a favor de compromiso social y ambiental
El consumo desmedido que caracteriza nuestro modo de vida actual no atiende a los límites sociales y ambientales de nuestro planeta. Frente a esta realidad es imprescindible modificar las prácticas de consumo para que sea: consciente, crítico y transformador. En este sentido, la compra responsable (CR) es una herramienta que permite ejercer una práctica transformadora a través del consumo.
Hablamos con Carlos Askunze Elizaga, activista de Economía Social y Solidaria.
¿Qué aporta gestionar compra responsable a un centro educativo?
Lo primero que hay que hay en cuenta es que todo impacto económico tiene también un impacto social y ambiental. Las compras que realizan los colegios suponen una movilización de recursos importante en nuestra sociedad y la orientación que demos a esa movilización de recursos puede tener un impacto más positivo o más negativo en el ámbito ambiental y social.
Por otro lado puede aportar coherencia ya que los centros cuentan con idearios que plantean la educación integral con fines ambientales y sociales. Por eso creemos que hay que alinear los proyectos educativos con la propia gestión de centro. La CR aporta esa coherencia y esa complementariedad a otras actividades que se llevan a cabo en la escuela, además de valor añadido al dar a conocer a la comunidad educativa y otras organizaciones de su entorno próximo que están desarrollando este tipo de políticas.
¿Es complicado poner en marcha una política de CR?
Es importante que el personal de administración y compras de los centros educativos sean sensibles y tengan información sobre estos temas. Una vez que se toma la decisión de emprender este camino, es necesario tener información sobre el tipo de empresas que tiene mayor compromiso social y ambiental para seleccionarlas como proveedoras. Y por otro lado tener también definidos los criterios sociales y ambientales que les gustaría aplicar, que tienen que ver con la igualdad entre mujeres y hombres, con el trabajo digno y en condiciones laborales de acuerdo a la legislación, cuestiones de gestión sostenible, mitigación de cambio climático etc. Es decir una serie de criterios sociales y ambientales que pueden ser incorporados a sus procesos de selección de los productos y servicios. Y para cerrar el círculo hay que tener en cuenta que la incorporación de estos criterios añade calidad al producto o servicio.
Es decir, los centros desarrollan una política de contención de gastos, eso es un elemento, pero otro muy importante es el de la calidad, tanto técnica, como social y ambientalmente. Lo que planteamos es que se aplique siempre el criterio de mejor calidad-precio, incluyendo dentro de la calidad los aspectos técnicos y funcionales y también los aspectos sociales y sociales.
¿Es importante facilitar espacios de construcción conjunta?
El trabajo colaborativo nos permite compartir las buenas prácticas que ya existen en muchos centros. Los coles que ya han realizado un cierto recorrido pueden ofrecer pautas a otros que están esperando para ponerse en marcha y pueden aprendiendo e ir generando un espacio en el que se unan cada vez más coles porque al final cuántos más centros educativos se sumen a la CR mayor impacto tendrá.
¿Qué le dirías al personal de un centro que quiere apostar por la compra responsable?
Le diría que la CR es una de las acciones que pueden contribuir a transformar la economía en una dirección muy concreta: generar sostenibilidad de la vida.
También le diría que la creatividad y la progresividad es fundamental. No se trata de que de un día para otro tengan una gran política de CR definida, sino de que sea consciente de querer emprender ese camino y tenga la creatividad suficiente para incorporarlo y que se vaya haciendo poco a poco.
* Próximamente estará disponible la Guía para la gestión de una compra responsable en centros educativos, impulsada por la Red de Economía Alternativa y Solidaria-REAS Euskadi y Alboan.
